terça-feira, 14 de abril de 2009
Tarde de domingo
Conduce él de regreso la tarde de domingo. Silencio. Los niños duermen. En el horizonte las nubes enormes me parecen montañas. Dudo. Las montañas son más azules que las nubes. No hay montañas tan altas. Son nubes. Nos adelanta un coche que conduce un hombre serio y callado junto a una mujer callada y seria. Tristes. Tengo miedo a parecerme a todas las tardes tristes de domingo que regresan. Me revuelvo en el abismo de mi pensamiento. Casi no sé salir a coger aire. Pataleo contra el sueño.
Ya he dicho que las montañas son más azules que las nubes. Que las nubes no son montañas.
Y he dicho, sobre todo, que los niños duermen y él conduce.
"La felicidad consiste
en no ser feliz
y que no te importe"
Lo dice Miguel D´Ors
Tarde de domingo = Máscara retirada = Depresión probable
ResponderExcluirBesos
... si además vuelves de enterrar a un amigo entonces las nubes son muchísimo más grandes que las montañas y la conducción mucho más seria y más callada.
ResponderExcluirLos niños duermen y ella está al lado, despierta. Todo en orden. Acabará despejando.
Leiter, también yo he pensado que esos versos de Miguel D´Ors anuncian más la proximidad de la depresión que la constatación de la felicidad. Es posible que tengas razón. Me asombra tu capacidad de observación.
ResponderExcluirXurxo, claro que despejará. Llegará el verano y se irán un ratito las nubes. Además él conduce muy bien y eso reconforta...