quarta-feira, 7 de julho de 2010

Gioconda Belli Siempre

Mi vecina solo me preguntó:
-Has leído a Gioconda Belli?
Respondí con una de esas maneras de decir no que esperan ver cómo se extiende un camino que no va a tener fin. No.
-Te voy a dejar un libro.
-Pero ya lo has leído? tienes prisa?
-Lo he devorado-me dijo, con una sonrisa.
Entonces comencé a leer y descubrí que estaba hambrienta.

Siempre
"Siempre esta sensación de inquietud. De esperar más. Hoy son las mariposas y mañana será la tristeza inexplicable, el aburrimiento o la actividad desenfrenada por arreglar este o aquel cuarto, por coser, por ir aquí o allá a hacer mandados, mientras trato de tapar el universo con un dedo, hacer mi felicidad con ingredientes de receta de cocina, chupándome los dedos a ratos y a ratos sintiendo que nunca podré llenarme, que soy un barril sin fondo, sabiendo que “no me conformaré nunca” pero buscando absurdamente conformarme mientras mi cuerpo y mi mente se abren, se extienden como poros infinitos donde anida una mujer que hubiera deseado ser pájaro, mar, estrella, vientre profundo dando a luz universos, novas relucientes… y ando reventando palomitas de maíz en el cerebro, blancas motitas de algodón, ráfagas de poemas que me asaltan todo el día y hacen que quiera inflamarme como globo para llenar el mundo, la naturaleza, para empaparme de todo y estar en todas partes, viviendo una y mil vidas diferentes…

Mas he de recordar que estoy aquí y que seguiré anhelando, agarrando pizquitas de claridad, haciendo yo misma mi vestido de sol, de luna, el vestido verde-color de tiempo con el que he soñado vivir alguna vez en Venus".

Por la noche Candela se sonrió al teléfono: -de verdad no la conocías?-

7 comentários:

  1. Yo creo que siempre la has leido, pero que aun no lo sabias....
    Mil besos!!!

    : )))
    PS- Aqui va uno de mis favoritos....


    REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES
    QUE QUIERAN AMAR A MUJERES MUJERES

    I

    El hombre que me ame
    deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
    encontrar la profundidad de mis ojos
    y conocer lo que anida en mí,
    la golondrina transparente de la ternura.

    II

    El hombre que me ame
    no querrá poseerme como una mercancía,
    ni exhibirme como un trofeo de caza,
    sabrá estar a mi lado
    con el mismo amor
    con que yo estaré al lado suyo.

    III

    El amor del hombre que me ame
    será fuerte como los árboles de ceibo,
    protector y seguro como ellos,
    limpio como una mañana de diciembre.

    IV

    El hombre que me ame
    no dudará de mi sonrisa
    ni temerá la abundancia de mi pelo,
    respetará la tristeza, el silencio
    y con caricias tocará mi vientre como guitarra
    para que brote música y alegría
    desde el fondo de mi cuerpo.

    V

    El hombre que me ame
    podrá encontrar en mí
    la hamaca donde descansar
    el pesado fardo de sus preocupaciones,
    la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
    el lago donde flotar
    sin miedo de que el ancla del compromiso
    le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

    VI

    El hombre que me ame
    hará poesía con su vida,
    construyendo cada día
    con la mirada puesta en el futuro.

    VII

    Por sobre todas las cosas,
    el hombre que me ame
    deberá amar al pueblo
    no como una abstracta palabra
    sacada de la manga,
    sino como algo real, concreto,
    ante quien rendir homenaje con acciones
    y dar la vida si es necesario.

    VIII

    El hombre que me ame
    reconocerá mi rostro en la trinchera
    rodilla en tierra me amará
    mientras los dos disparamos juntos
    contra el enemigo.

    IX

    El amor de mi hombre
    no conocerá el miedo a la entrega,
    ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
    en una plaza llena de multitudes.
    Podrá gritar -te quiero-
    o hacer rótulos en lo alto de los edificios
    proclamando su derecho a sentir
    el más hermoso y humano de los sentimientos.

    X

    El amor de mi hombre
    no le huirá a las cocinas,
    ni a los pañales del hijo,
    será como un viento fresco
    llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
    las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
    como seres de distinta estatura.

    XI

    El amor de mi hombre
    no querrá rotularme y etiquetarme,
    me dará aire, espacio,
    alimento para crecer y ser mejor,
    como una Revolución
    que hace de cada día
    el comienzo de una nueva victoria.

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  2. Yo creo que si la leias, pero que aun no lo sabias, aqui va una de mis favoritas, en dos partes:

    : ))REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES
    QUE QUIERAN AMAR A MUJERES MUJERES

    I

    El hombre que me ame
    deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
    encontrar la profundidad de mis ojos
    y conocer lo que anida en mí,
    la golondrina transparente de la ternura.

    II

    El hombre que me ame
    no querrá poseerme como una mercancía,
    ni exhibirme como un trofeo de caza,
    sabrá estar a mi lado
    con el mismo amor
    con que yo estaré al lado suyo.

    III

    El amor del hombre que me ame
    será fuerte como los árboles de ceibo,
    protector y seguro como ellos,
    limpio como una mañana de diciembre.

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  3. M. me parece increíble esta sintonía! Bien. Sí, ese poema es precioso.
    Beijinhos.

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  4. Pois a comer! eu já ando na sobremesa...

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  5. Creo que como M la habías venido leyendo de siempre, te venías acercando y rodeando. Os robo el poema que ha puesto M y me lo llevo para mi, y como mi Olivo no es más que un compendio de mis cositas queridas, pues ahí irá.
    Besos

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