segunda-feira, 21 de outubro de 2013

Clave html

Hay papeles que escribo un día para recordar una idea, unas líneas, una frase afortunada, y después los olvido entre muchos otros, o los pierdo entre la ropa limpia o entre las recetas de postres que no he llegado a hacer, o la letra se enreda en el olvido hasta perder el sentido. Este apareció en el cajón de los calcetines, entre unas fotos viejas y la cajita que guarda el tesoro truculento del ratoncito Pérez. Un papel arrugado con cuentas en el reverso y apenas unas líneas:
"Necesito la palma de tu mano
el hueco de tu mirada, para acurrucarme
el rumor de tus palabras para conciliar el sueño
el miedo a perderte para despertar por las mañanas.
Necesito el lazo con que ta..."

Y ahí se termina, sin que pueda saber la palabra que falta, sin que sepa ni cuándo ni en dónde apunté los versos.
Pero sé que src = "tu".

Acaba mal...

Começa um filme de submarinos. Sentamo-nos a ver sem que ele compreenda muito bem termos como guerra fria ou soviético. Sabe apenas de bons e maus, de honor e de confrontamento. Sabe de naves e submarinos, de rádares, frio e mísseis.
O novo capitão fala com o ímpetu das arengas para quebrar o medo entre os soldados como se fosse gelo:
-Ustedes sin mí no son nada! 
Eles escutam e Nicolás também.
-Yo sin ustedes, tampoco. (Passos e pausa. Silêncio transcendente): No vamos a fracasar!
E o sábio Nicolás, desde o fundo do sofá, concentrado acrescenta:
-Já conheço a história: vão fracasar.

sexta-feira, 18 de outubro de 2013

Zeuses domésticos

Dice Clara que todos los padres son zeus. Dioses iracundos y arrebatados que escupen rayos por doquier desde su olimpo casero lleno de nubes de almohadón. Los mismos poderes que Zeus tenía Hera, pero nadie la admira ni la teme. Su poder no trasciende. Casi ni la recuerdan. Solo era bella.
Dice Clara, mientras cenamos, con esa voz serena que blande cuando toca decir verdades, que todos los padres son zeus. Hacemos inventario y poco a poco, entre bromas y veras, constatamos.

segunda-feira, 7 de outubro de 2013

Mães e bichos

Entro na sala e os dois olham para mim como se não me esperassem. Brincam sobre o tapete e riem mas ao ver-me ficam parados. O Nicolás estava de costas e reparo na sua camisa suja, cheia de restos de lama.
-Olha Nicolás, tens que mudar a camiseta. Não podemos sair com essa roupa suja.
Os olhos de ambos, peganhentos de malícia, não querem sair da sua festa. Evellym esforça-se e fala:
-Foi meu irmão que o sujou, o Iago.
O Iago tem apenas três anos e leva as culpas do todo mal. Quase sempre é o dono delas, mas às vezes  emprestam-lhas só porque nele ficam engraçadas.
-Não Evellym, a camiseta está suja de passar por cima das poças com a bicicleta.
Abre os lhos e exclama: guau!
Saio do sala. Ficam a falar em voz baixa mas escuto o Nicolás que instrue pacientemente à pequena Evellym:
-... ela sempre sabe tudo. Tudo!
 E vai para o quarto a mudar a roupa seguido da rapariga que olha para mim com a desconfiança precavida com que olharia para um bicho.

domingo, 6 de outubro de 2013

Ajenos

El otoño tiene siempre una luz afilada que se derrama por los caminos. Los pájaros más que cantar, lloran y los árboles agonizan con dulzura, cansados y vencidos de haber sido tan verdes.
Hacemos como que nada sucede, pero lo cierto es que bostezamos y la mirada se nos prende en los reflejos. Perdemos el hilo invisible de las conversaciones, sufrimos conteniendo la voluntad que se nos va por la ventana. Es otoño, reino del sueño y la pereza. La luz se acaba y no podemos fingir que nada importa, que la tierra es ajena. No podemos fingir, solo mentirnos y obstinarnos, como sonámbulos tristes de la costumbre.

terça-feira, 1 de outubro de 2013

E então...

Já à noitinha, brinca de costas a mim que aguardo deitada na cama a que termine. Vamos ler o conto de cada dia e ele adia o momento de adormecer. Atravessa um oceano com uma frota de barcos na procura de baleias. Eu observo e penso: a sua cabezinha quase bem proporcionada com os ombros, as suas pernas fortes... Falo em alta voz:
-Olha Nicolás... estás a fazer-te maior.. e.. não estou muito certa de gostar...
Volta-se deixando o mar. Achega-se devagarinho e mergulha-se no meu abraço.
-Já o sei, mamai, eu também não gosto...
- Não te preocupes, Nicolás, ainda colhes enteiro nos meus braços. E sabes?-digo- quando passem uns anos serás maior de verdade e então serei eu a que caiba nos teus bracinhos de homem grande... e ...
-...e então mamai- ele interrompe- então, mamai, eu morro.

Não posso dizer nada porque há segredos calados na sua certeza. Segredos que prefiro sem palavras.

Un curso más

Cae ahora el telón sobre las luces de verbena. El patio de butacas queda en la penumbra y poco a poco se vacía. Muestra una sonrisa desdentada como la boca de un niño. La pizpireta Jenny se ha marchado de regreso a su país. La sensata Silvia estudiará en otra ciudad que ahora parece muy lejana. Saben que ha terminado otro acto y la fiesta termina una vez más. Clara, siempre serena, sonríe mientras sale envuelta en sueños azules en que saltan los delfines. Se retiran en silencio y quedan apenas, absortos en las mustias candilejas, un puñado de jóvenes que se harán mayores dentro de su ropa pequeña, sin saberlo. Se quedarán allí esperando por una función que ha terminado. Por unas luces que no vuelven a brillar.
Ellas cambiarán de sala. Ocuparán otra butaca en la que una vez más el telón se levantará arrastrándolas en el miedo y en la risa. Tal vez no estén juntas pero la función será la misma y se sabrán cercanas. Bellas por dentro y por fuera, con la belleza que brilla cuando la madurez aflora lentamente en sus tiempos.