-Me saludó sonriendo, con lo ojos abiertos. Desde lejos. Se está muriendo.
Mi padre tiene 86 años y me llamó por teléfono para contarme que había visto a un amigo:
-Me saludó desde lejos y vino a hablarme.
-Dónde, papá?
-Por todas partes, hija, se está muriendo por todas partes.
-...
Impresionante. Parece Galeano.
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