Se mira y se remira en el espejo antes de salir para el instituto. Se estira la camiseta y sube un poco los hombros. Ladea la cabeza. Voy bien? Pregunta. Y yo, un tanto resabiada, le contesto: mira hija, cuanto más te preocupas de lo mona que vas, más te alejas de lo linda que eres. Y eres muy linda. Hace una mueca que encaja en mi resabio, carga la mochila, y se marcha sin beso, llena de prisas, a coger el autobús.
Ha crecido, pienso, crece. Es una mujercita ensayando el papel. Los secretos, las llamadas, el chat, la ropa que se ha probado encima de la cama…
Hoy tenía fiebre. He subido al llegar del trabajo a su habitación para saber cómo estaba. Leía.
-Mamá…
Y tendiéndome el libro, me ha dicho con un tono que todavía recuerda:
-Mamá… me lees?
Y, hasta que se me secó la boca, hemos vuelto a habitar en aquel lugar del que nunca se ha ido.
Es una chica increíble y va a ser, es, una mujer preciosa en todos los aspectos.
ResponderExcluirQué dulce es volver a esos lugares! Un caricia para el alma.
besos
Dulce, dulce... beijinhos
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