sexta-feira, 17 de setembro de 2010

Nuestra cultura. Nuestra crisis.


Agradezco que Zapatero haya sido tan claramente sucio al pronunciarse sobre las acciones de Sarkozy. Lo agradezco porque, a pesar de todo, (pese a todo)seguía teniendo mis dudas y pensaba que talvez él, Zapatero, era el menor de los males. Ahora ya sé que no. Y agradezco tener una duda menos.
Hay principios a los que tenemos que agarrarnos para sobrevivir. Verdades que nos sostienen, nos estructuran y se convierten en el esqueleto de nuestras almas y nuestras sociedades. Que todas las personas somos iguales y que no se puede mirar o tratar a nadie de manera diferente por su origen, por su estado, es una de esas verdades. Justificar con no sé qué respetos a no sé qué legalidades echar de un país a niños y adultos porque son pobres y gitanos. Avergonzarse de que alguien califique de asquerosa esa acción, titubear y llamar devolución a lo que es expulsión... eso, además de cobarde, supone una renuncia a lo más elemental de nuestra identidad, de nuestra condición humana y de nuestra cultura.

2 comentários:

  1. No he leído las declaraciones. Ando un poco...bueno, tú ya sabes...Pero no puedo estar más de acuerdo contigo, sin esos principios yo no podría, los necesitamos para que tiren de nosotros hacia arriba cada mañana.
    beijos

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  2. Cómo me alegro de que estés por aquí, empezaba a estar muy preocupada.
    Oí a Zapatero en la radio y sentí una repugnancia enorme. Beijinho.

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