A veces es difícil escribir porque los días se vuelven líquidos y se derraman sin poder retenerlos. Otras veces porque no sabemos qué decir o porque lo que callamos es demasiado triste o demasiado trivial para dejarlo caer entre tanta tristeza. A veces es mejor acoger en el silencio, arropar sin rasgar la integridad del dolor.
Estos días, hay esquirlas rebotadas que arañan y callan. Pero callar es respirar y cambiar la mirada.
Cambiar la mirada...supongo que sí, que eso es.
ResponderExcluirGracias.
Beijos
También yo solo quiero suponerlo. Un beso silencioso que arropa y abraza.
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