Dice Nicolás que los árboles no se duermen nunca. Que están siempre despiertos, piensa y lo escucho, mientras pedalea y los mira con sus ojos negros. Me gustan esos ojos como charquitos en los que le chapotea el alma. Están siempre despiertos, dice, porque si se durmieran, mamá, se caerían de pronto!
A mi también me gustan esos ojos despiertos :)
ResponderExcluirMuchísimo