Hay una cierta desgana, a veces, en el amanecer. Un despertar tan lleno de pereza como el de los niños, tan falto de coquetería y generoso en brumas y legañas, como el puede ser el mío. La luz, tan inoportuna como la del sol del otoño que delata las manchas en los azulejos de la cocina.
Eso o, tal vez, que el paisaje está en ruinas.
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Paisaje en ruinas, país en ruinas, futuro en ruinas, maraña de incertidumbre...
ResponderExcluirMuy buena la foto, no podría ser más descriptiva
bs
Nada de ruinas! Fíjate en la tela de araña, resistente, aparentemente frágil pero no lo es. Y está muy bien hechita a paesar de que la habrá tejido en una noche.
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