Corren sin parar y gritan como pájaros de verano. Corren todos. Escapan mientras ríen. Solo uno, con los brazos extendidos, intenta pillar. No importa a cuál. No importa cómo. En realidad tampoco importa mucho cuándo porque se trata de jugar y mientras juegan están siendo niños. Solo niños que aprenden.
Todos los cachorros aprenden en el juego, ritos iniciáticos para la vida. Rutinas de "como si" para salir después al descampado del mundo. Allí, en el mundo, se termina. Termina el juego pero sigue la pilla. Seguimos corriendo cada día con la esperanza absurda de que no nos pille. Que no nos pille el paro, el dolor, la enfermedad, la desgracia; que no nos pille la muerte. Sorteando para siempre esos brazos extendidos, sin gritar ni reír. Corriendo a ciegas. Apenas con el miedo de saber, en las entrañas, que antes o después nos tocará la panda.
A ciegas, sí, pero con sonrisa :) Esencial!
ResponderExcluirBeijos, guapa
Certo! A veces se me olvida... ;))
ExcluirCando eu xogaba había veces que me deixaba pillar para pandar eu e poder escoller ao seguinte. Xa ves, non cambiei nadiña.
ResponderExcluirExorcismo? Si. Exorcismo
ResponderExcluirY si lo que nos pilla es el amor? porque tambien llega, inesperadamente, mientras corremos a ciegas anegando todo de una alegria honda e imcomprensible, algo inseparable de la felicidad. Con los brazos extendidos corremos con la esperanza de que en lugarde un quicio de una puerta nos encontremos un alma, o un beso.
ResponderExcluirHacia mucho que no entraba en tu blog- que alegria que sigas escribiendo! Y escribiendo tan bien. Te acuerdas de la historia de las cartas amarillas? Termino tan bien...
No lo creerias, o si -me parece que eras de las que confian en la magia-, pero te encontre enredadada en los hilos de un abrumador despecho....No hay nada mejor para la ceguera de corazon que un chorro de luz envuelto en palabras. Gracias por regalarmelo.
Creo en la magia, sí. En esta magia cotidiana. Y no sabes cuánto y cuán sinceramente me alegra que estés aquí y además haberte sido útil. Gracias por seguir ahí.
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