terça-feira, 9 de outubro de 2012

A veces solo llueve

Cuando el cielo se vuelve gris y espeso. Tan denso y pesado que podríamos tocarlo con la mano solo con estirarnos un poco; cuando amenaza agua, todos nos cruzamos y decimos que va a llover y seguimos las nubes con la vista.
Después, cuando ya cae agua, sentenciamos convencidos: llueve! y corremos bajo la lluvia como si lastimase.
Me gusta esta necesidad de contarnos cosas. De contarnos lo evidente. De comunicar. De tener el cielo como recurso para no alejarnos demasiado. De tender cuerdas o líneas de sonrisas o de lágrimas. De hablar. De no sentirnos solos.

4 comentários:

  1. Aquí te dejo un enooorme abrazo para que lo uses cuando lo necesites. Y si necesitaras más solo tienes que contarlo.

    bss parrula

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  2. Gracias preciosa. Sé que estás incluso sin que llueva. Beso.

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  3. Esa calidez, esa conversación que arropa...sí, es muy bueno!
    Beijinhos

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  4. Es hablar por hablar. Una delicia.

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