domingo, 13 de setembro de 2009

kanji


Tenía este papel azul en un joyero de cristal lleno de collares y pendientes. Es un poema japonés que, en su día, me copió Marc. En su día: cuando él estudiaba japonés y me habló de los kanjis, esa manera de expresar con palabras lo que sintetiza un gesto, una evocación. Recuerdo la cafetería en que lo escribió, recuerdo que éramos muchos y que había ruido. Me pareció precioso.
Los colores son fragantes
Pero se apagan
En este mundo
Nada es eterno
La alta montaña de las ilusiones
Hoy he atravesado
Y no habrá más sueños suaves
Y nunca más me embriagaré

Marc escribió junto al texto japonés la traducción literal:
Colores (son) fragantes
Gastarse pero
Nuestro mundo aquí
Usual (siempre) si fuera
Tener bienestar interior montaña
Hoy he pasado
Poco profundo sueño ser visible
Borracho yo más no

Y lo más increíble es la hermosura que yace en lo absurdo de la literalidad.
No. Lo más increíble es guardar el papel en que está escrito y también lo más hermoso.

3 comentários:

  1. watashi wa shirimash nani mou shirimasen.
    Solo se que no se nada.

    Si que es bonito que las vivencias permanezcan. Sea a través del papel o del simple recuerdo. El conocer lo inexorable de la muerte, de la perdida, es lo que hace que saboreemos esas chispas de eternidad.
    Marc

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  2. Sí, es la magia de ser conscientes de nuestra fugacidad. Somos seres para la muerte, que decía aquel.. Shopenhauer, o como se escriba. Eso nos hace especiales. Gracias Marc.

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  3. Me encanta la hermosura que yace en lo absurdo de la literalidad.

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