quinta-feira, 21 de janeiro de 2010

Vecinos: Juan.

Juan es el hijo de Otilia. Su voz se arrastra gastada, y se cae por las ventanas o se escapa por debajo de las puertas como si estuviera suelta. Hace poco que ha vuelto de la cárcel y tal vez por eso no sale de casa ni a respirar. Solo a veces, si hace sol, se sienta en la escalera, abrigado, y fuma. Parece que espera. Como si esperar fuese también un vicio que se adquiere. Gruñe a los gatos que lo miran atentos con ese mismo eco de botella vacía con que grita a su madre. Y los gatos cierran los ojos como los cierra Otilia: entre pacientes y ajenos.
Los domingos barre y friega. Nunca saluda pero siempre responde. Pone música de rumba las tardes de verano y canta porque se sabe la letra.
Viven los dos en la casa, madre e hijo, y parece que cada uno viviera solo, sin el otro. Sin embargo supe que Juan había vuelto porque Otilia trajo de la tienda el paso apurado y dos barras de pan.

3 comentários:

  1. Maravillosa descripción, llena de sentimientos, con una riqueza de matices impresionante! Esa voz...la oigo.
    Es un regalo leerte.
    Beijinhos

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  2. Si. Estoy con Amalia. ¡Pero que mal rollo no?

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  3. Sí, es triste, pero es así. De todas formas Otilia se ríe mucho cuando hablamos de cualquier tontería. Tal vez porque no me oye bien..
    Gracias por animar, una vez más! sois geniales.

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