Veo las piedrecillas todas del suelo- señala delante la puerta de casa- Veo esos pájaros del muro, veo la claraboya que está abierta encima de tu cuarto. Veo tu carita cuando me saludas desde la ventana...
- Y ves los cables? Ves los cables que te señalaba el otro día?
- Sí, Nicolás, también veo los cables- le responde emocionada la dulce prima Luz después de la intervención.
Lo importante era volver a ver las cosas como son: las piedrecillas, los pájaros, la claraboya, los cables, la carita de Nicolás. Cada cosa ocupa su lugar y no hay nada más bello ni más satisfactorio que saberlo. Saberlo de verdad, como lo saben ella y el niño.