Está triste. No sabe explicar muy bien lo que la hace estar tan seria, sin ese movimiento de alegría en los ojos y dejada, abandonada en ese silencio que se vuelve peligrosamente hospitalario. Después de enhebrar una y otra vez el hilo de una conversación deshilvanada, consigue mostrarme los pespuntes torpes de su estado.
-Es que siento que es todo mentira. Todo lo que nos cuentan en ciudadanía, todo lo que nos dicen. Todo lo que nos hablan de derechos y de justicia y de respeto. Es todo mentira. A mí nadie me cree. Se han reído y me dejan sola.
Tuve que levantar un castillo de palabras fuertes como piedras. Hablarle de que no es el sistema lo que le falla sino algunas personas. Que por eso es tan importante hacer correctamente el trabajo de cada uno. Para que nada falle, para que nadie se sienta solo y desamparado. Que nuestro cariño la protege. Que el sistema acabará por encontrar la solución a su miedo. Que es preciso no pararse y creer. Que nunca estará sola.
Me mira desde la distancia con que miran la incredulidad y la duda. Pero poco a poco se acerca y terminamos riéndonos juntas sobre la cama, contando cuentos como cuando solo era niña.
José Luís Peixoto na Feira do Livro de Miami, 2024
Há uma semana
... e o caso é que nom anda descaminhada. O sistema falla cando permite que haja Guardia Civís franquistas atemorizando a nenas coa complicidade dos seus companheiros de armas. Moi fortes tenhem que ser esses castelos.
ResponderExcluirPues la verdad Pau que creo casi lo contrario que tú( quizás no es tan distinto y sólo es la forma de expresarlo): el sistema falla por todas partes. El hombre en sí mismo es capaz de lo mejor y también de lo peor. Asimilar eso no es sencillo pero cuando lo haces hace que se conviertan en admirables las personas que, aún equivocandose a veces, luchan por lo correcto. Los "valores", esos que todos sabemos que llevamos dentro, como la bondad o la justicia, son los que nos salvan. El sistema...no sé, mi niña, soy una descreída, sólo lo asumo. Aunque dice todo el mundo que yo soy un poquito naïf y que aún creo en cuentos de hadas, porque lo que sí es verdad es que creo profundamente en las personas. Y creo aún más al leer lo que acabas de escribir: creo en ella, creo en ti, creo en Xx...
ResponderExcluirGracias, Amalia, supongo que es otra manera de verlo. Es posible que falle más el sistema que las personas, no lo sé. Lo que está claro es que ella se siente defraudada y a veces no sé muy bien cómo explicarle. Gracias por creer en nosotros, yo también creo en ti, claro. Y es verdad que creer ayuda a comprender incluso a los que a veces se equivocan... Mil besos.
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