Es un viejo truco. Cuando hay una fecha a la que quiero llegar. Cuando quiero que todo pase. Cuando el tiempo se queda aleteando esparciendo la duda y no puedo respirar. Entonces, abro la nevera, cojo un yogur y miro la fecha de caducidad. Es mi pequeña máquina del tiempo. Antes de que me dé cuenta el yogur habrá caducado, el tiempo habrá volado y todo habrá pasado. El remedio está donde menos se espera.
Lo hacía cuando mi hija estaba lejos y no podía hablar con ella. Lo hago ahora cuando la incertidumbre me roe los piececillos de la calma.
José Luís Peixoto na Feira do Livro de Miami, 2024
Há uma semana
Anda, me lo anoto. Es genial!
ResponderExcluirYo uso uno no tan bueno: me concentro en lo que pasa.
Mi primera nochebuena sin ella anadaba yo triste y me llegó un sms de un buen amigo: ni se te ocurra estar triste, aprovecha para dedicar tiempo y cariño a las personas queridas con las que vas a pasar esta noche, hoy puedes centrarte en ellas.
Y si ves que pasa lento, llámame y nos tomamos un café y hablamos de libros.
Beijinhos
Sí, claro, pero luego nadie está disponible para ese café y además.. hay que estar donde se está. Tiene razón tu amigo. De todas formas este año, creo que podré "disfrutar" de la Navidad ,y es más, creo que voy a poner todo mi empeño en ello. Qué caramba! ya está bien!
ResponderExcluirCuánto me alegro de oir eso!!! Sí, señor. ya está bien!!
ResponderExcluirBesos