terça-feira, 19 de janeiro de 2010

Hoy

Abrí la ventana esta mañana y me sorprendió el olor amarillo y afilado de las acacias. Escuché los pájaros y comprendí que habían permanecido en silencio. El aire tenía los dedos fríos, pero escondía las uñas. La reconciliación del invierno. El perdón de la primavera. La tierra que empuja para alumbrar mañana.

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