Pasa los ojos sobre las nubes que descienden las montañas y es como si pasase las manos sobre la opacidad que a veces tiene el alma.
Busco sinónimos y ninguno vale.
Bajan acariciando la ladera, lamiendo con tenacidad los árboles y los peñascos. Ella observa y espera sin saber si las nubes llegarán al río, como un llanto, o se irán diluyendo en la calidez de la mañana inexperta.
Espera. Las manos frías. Las nubes abrazadas a la tierra parecen haber muerto. Se escucha solo latir por dentro. Por fuera algunos pájaros.
José Luís Peixoto na Feira do Livro de Miami, 2024
Há uma semana
Las esperas con matices...pero siempre llega.
ResponderExcluirBrutales, lo que yo digo. Como los finales, las esperas y los matices. Si no, mirad este, mismamente:
ResponderExcluir"Se escucha solo latir por dentro. Por fuera algunos pájaros".
Brutal, insisto.
Y yo que lo veía bucólico... ;)
ResponderExcluirNo sé si siempre llega, pero a veces la espera vale la pena ella solita.