quarta-feira, 18 de janeiro de 2012

Prisca

Hoy vuelve a ser Sta. Prisca. Una vez al año me sorprende ese nombre en el calendario: Prisca. Recuerdo entonces, cada año, que cuando era niña, en el colegio, tuve una amiga que se llamaba así. Prisca. Tenía los ojos muy grandes y el cabello corto. Se explicaba más con la mirada que con cualquier palabra y era la hija de un militar desplazado que vivía en el cuartel y trabajaba en la farmacia.
Poco más recuerdo ya de Prisca. Pero siempre, una vez al año, me sorprendo de encontrar su nombre, un tanto saltarín y exótico, en la hoja del calendario. Esta mañana, además, he pensado que Sta. Prisca cada vez es más pronto, que cada vez regresa más rápido. Como si estuviese agazapada para sorprenderme con sus grandes ojos, alertándome de una prisa que me va cercando y de una distancia que, sin apenas percibirlo, se agranda.

2 comentários:

  1. Ai, fosse só Sta. Prisca a que volta antes! O pior é que são os santos todos do calendário a correr cada vez mais, tanto que quase nem passam os anos por eles. É por nós que passam. :)

    E foi bom também o teu regresso.

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    1. Passam, passam...
      Eu volto, aos poucos... É impossível abandonar, não é? Sempre voltamos. Beijo.

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